Los aparatos represivos de los regímenes dictatoriales son amplios y complejos. Cuando las dictaduras perciben – o inventan – una amenaza interior o exterior, la exageran o la moldean con el propósito de recabar apoyos entre sus bases sociales, para que estas cierren filas en torno al régimen. Este fenómeno se intensifica en el caso de los regímenes que abarcan una larga cronología y que alternan etapas de estabilidad y de crisis, como fue el caso del franquismo.
Desde esta perspectiva, nos acercaremos al estudio de los casos de los policías Mauricio Carlavilla y Eduardo Comín Colorson como la principal manifestación de la figura del policía-ideólogo del franquismo. En tanto que ejecutores de órdenes de investigación y persecución, fueron perpetradores de violencia política. En tanto que autores de un aparato discursivo, de una narrativa diseñada para denigrar el antifranquismo y justificar su persecución y castigo difundida desde plataformas editoriales del régimen, fueron agentes de una violencia política verbal que indujo y respaldó la violencia física, generó miedo entre los perseguidos y alentó una forma de violencia – oficial o extraoficial – consentida por el Estado. Un ejemplo claro de ello será el caso de los jóvenes radicales organizados para perseguir rojos.
En esta sesión del seminario, nos preguntaremos por la tipología de representaciones simbólicas del antifranquismo que la derecha radical y el fascismo diseñaron y difundieron. También nos preguntaremos sobre si existió o no una unidad de propósitos
al respecto, o si cada figura o grupo de figuras de la perpetración en este caso respondía a objetivos distintos, aunque complementarios.
Para inscribirte en el seminario envía un correo a la dirección seminariocontrafiguras@gmail.com con tu nombre completo y tu filiación. Todas las sesiones del seminario tendrán lugar en línea, a través de la plataforma Blackboard